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miércoles, 20 de marzo de 2013

Nuestra Ibiza "imprescindible"


Quiero compartir con vosotros aquellos rincones y placeres imprescindibles de nuestra Ibiza del alma. Son experiencias obligadas siempre que ponemos un pie en la isla. Por supuesto Ibiza es tan inmensa en rincones y en una oferta de placeres tan variada que uno tiene la fortuna de ir acrecentando su lista de lugares favoritos año tras año. Eso dificulta seriamente la tarea de aconsejar al nuevo visitante de la Pitiusa mayor sobre aquello que no debe dejar de hacer o disfrutar. Por eso, me voy a limitar a nuestra lista de "rutinas" que no dejamos de seguir cada vez que estamos en la isla para no marchar nunca con el regusto amargo de no haberla vivido intensamente.

1) Tostarse al sol en el Caló d'en Serra: esa cala cerquita de Portinatx es un placer para los sentidos. Salvaje y apartada, sólo agredida en su paisaje único por un mamotreto de hormigón que algún desaprensivo quiso plantar ahí hace unos cuantos años y que gracias a la providencia se le pararon los pies o se quedo sin dinero para proseguir la obra. El esqueleto de ese monstruo continúa en ese rincón sin molestar para, por lo menos, prestar sombra a los vehículos que se atreven a bajar hasta casi el mar.


2) Paella en el Carmen de Cala d'Hort: soñamos con esa paella deliciosa y con aroma intenso de azafrán todo el año. Si además tienes el privilegio de degustarla con la mejor panorámica de Es Vedrà frente a ti, en esa terraza privilegiada del Hostal El Carmen, la experiencia se convierte en adictiva.


3) Nadar en las aguas cristalinas de Cala Saladeta: no he visto aguas así en ningún otro lugar del Mundo. Observados desde poca distancia, los barcos parecen volar a escasos 3 o 4 metros de su fondo de arena blanca. Agua fresca, clara y donde las gamas de azules son infinitas. Recargo mis baterías para meses cada vez que tengo la suerte de sumergirme en ellas.


4) Perderse por los caminos del interior y el Norte de la isla: seguir esas carreteras estrechas y reviradas que unen los pueblecitos perdidos del interior te traslada a otro tiempo. Te lleva a aquella época de vida sencilla y auténtica que muestra fugazmente sus últimos destellos en alguna de sus curvas. Santa Agnés, Sant Mateu, Sant Llorenç, Sant Agustí, Santa Gertrudis, Sant Joan, Benimussa, son la esencia misma de Ibiza.


5) Un pescadito o un arroz marinero en Sa Caleta: un lugar regentado por gente encantadora, trabajadora y dedicada que no dejará que te vayas de su casa sin haber degustado lo mejor de la cocina de la isla. Siempre con una sonrisa en los labios, dispuestos a aconsejarte y a compartir contigo su alegría por hacer las cosas bien. Un lugar abierto los 365 días del año que hace que te sientas privilegiado de poder ir a disfrutar de lo mejor del mar de Ibiza siempre que te apetezca.


6) Abrazar la noche ibicenca en KM5: una terraza donde se encuentra lo mejorcito de la isla, gente guapa y con ganas de disfrutar a tope del entorno mágico que ofrece esa casa payesa reconvertida en uno de los mejores locales de Ibiza. La música de baile elegante e ideal para disfrutar en su interior contrasta con el ambiente "chill" de su terraza y los rincones donde disfrutar de una conversación y una compañía que en KM5 se convierten siempre en especiales. 


7) Calamares a la romana, pan, allioli y "herbetes" en Ca l'Anneta: el bar mítico de San Carlos, a pocos minutos de casa, es parada siempre obligatoria para disfrutar de esa fritanga deliciosa que siempre rematamos con una copita de las "herbetes eivissenques" de la casa. Sentarse además en esa terraza forrada de antiguos buzones de madera te hace sentir ese viaje a la época hippy de Ibiza que a todos sus incondicionales nos hubiera encantado vivir.


8) Puesta de sol en nuestro rincón "secreto" de Cala Conte: caminar sobre una alfombra de vida marina hasta alcanzar el mar y nadar hacia el disco solar cuando se está escondiendo por detrás de los islotes que adornan el horizonte de Platges de Conte. Después de esa experiencia mística, uno siempre se encuentra con una luna que viene a saludar y a invitarte a vivir con ella el frescor y la sensualidad de la noche de Ibiza.


9) "Robar" los frutos de nuestra higuera "privada" en el camino de Benirrás: es todo parte de un proceso... Volver de un día de playa en Benirrás y descubrir al borde del camino una higuera cargada de fruta madura y lista para comer. Parar a comprar un buen queso de cabra de la isla en casa de los propios payeses que lo elaboran. Regar esa mezcla intensa de sabores mediterráneos con un vino fuerte de la propia Ibiza. Jurar que no pararás hasta que consigas convertir esa tierra en tu hogar...


10) Vivir en Cala Martina: nuestro hogar en Ibiza, poco conocido para una gran mayoría de visitantes. Esa cala donde los campos de tierra roja cubiertos de flores llegan prácticamente hasta el mar, con un espejo de aguas tan calmadas y planas que día tras día no puedes dejar de preguntarte cómo es posible que no se mueva una simple ola que lo distorsione, es nuestro rincón favorito de la isla. Un lugar único donde en menos de un kilómetro cuadrado te puedes encontrar una acueducto romano, el mercadillo hippy más grande de Ibiza, uno de los mejores centros de buceo de Europa, los acantilados impresionantes de Punta Arabí, uno de los chiringuitos más auténticos de la isla, uno de los mejores restaurantes ibicencos con pescado fresco del día, unos fondos marinos con tanta vida que sobrecogen, una casa payesa de antaño donde las ovejas todavía corren libres y saludan a todo el que pasa por su carretera... No sabemos encontrar un lugar más especial para nosotros.


¿Y tú? ¿Cuáles son tus lugares imprescindibles de Ibiza?

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