Pages

Mostrando entradas con la etiqueta Revoluciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Revoluciones. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de mayo de 2017

Ibiza y sus 3 estrellas del verano 2017

Mediados de Mayo y en Ibiza ya empezamos a disfrutar la locura deliciosa de otro verano que se anticipa va a ser épico (y van...). La mayoría de locales emblemáticos de la isla están ya funcionando, o lo estarán en muy pocos días, y en breve nos volverá a devorar esa sensación diaria de que en algún punto de la isla se está viviendo un momento inolvidable. Otro de esos momentos culpables de que miles de personas se lleven de vuelta a casa un parte de Ibiza metida muy dentro del alma. 


Este sábado vivimos uno de esos momentos en la primera fiesta Ants de la temporada en Ushuaïa. El cierre de Andrea Oliva homenajeando al ibicenco Robert Miles con su "Children" consiguió emocionarnos a todos y grabarnos en la memoria otro de esos momentos que mencionaba más arriba. Ants lleva 5 años trabajando duro por mantener esa esencia "hormiguera" que ha querido desde el primer momento acercarse a la gente de la isla. Ese enfoque y el entusiasmo de su joven equipo han conseguido fidelizar a los locales y entusiasmar a los visitantes a base de autenticidad y gusto por las esencias de la música electrónica. Pocas otras fiestas más veteranas y con más solera mantienen ese nivel en una Ibiza que cambia a velocidad de vértigo y que cada año ofrece más y más novedades.

Precisamente de novedades es de lo que nos gustaría escribir en este post y compartir con vosotros las que creemos van a ser las estrellas de la nueva temporada

La primera y grandísima novedad es , el local que viene a sustituir al mítico Space y que de entrada tiene una tarea difícil para continuar con la estela de ese club que ya es leyenda. viene respaldado por las tablas y la fuerza del equipo de Ushuaïa que parece haber afrontado el reto con respeto, seriedad y muchas ganas de continuar haciendo historia. Dos grandes salas -club y anfiteatro- palcos y terrazas vip, paredes cubiertas de pantallas led, tecnología puntera y un aforo máximo para 5.000 personas. Todo indica que se ha diseñado para impresionar, continuar y agrandar la marca y el estilo del club del otro lado de la calle.

En cuanto a la programación encontramos una apuesta más madura y más diversa que en Ushuaïa, con un enfoque mucho más underground gracias a las noches del Martes, Jueves y Sábado. Destacan precisamente los jueves con la fiesta "In the Dark", que parece va a trasladar el espíritu de Ants al nuevo club. Disfrutaremos de tres de sus estrellas de las últimas temporadas como Joris Voorn, Kölsch o Nic Fanciulli y completaran el equipo dos grandes como Luciano y Steve Lawler. No olvidemos además a djs y productores invitados de primera como Apollonia, Cassy, Claude Vonstroke, Patrick Topping o Lauren Lane.

Para los sábados ha causado mucha expectación la fiesta encabezada por Black Coffee. El dj sudafricano ha causado sensación en los últimos años gracias a su residencia en DC10. Todo el personal que ha disfrutado de él y sus sesiones en Circo Loco lo tiene entre sus favoritos.


Mención especial merece la única fiesta que se mantiene de la programación de Space. Hablamos de los viernes de Glitterbox. Esa apuesta por el house y la música disco, con ese toque de locura y transgresión tan ibicencos, conseguía trasmitir un buen rollo y una alegría que hacía que para muchos esa noche fuera lo mejor que se podía disfrutar en los últimos tiempos en Playa den Bossa

Tenemos unas ganas locas de disfrutar ya de . Estamos seguros de que no defraudará y se convertirá desde el primer día en otro de los puntales de la noche ibicenca.

La siguiente nueva estrella de la oferta de ocio ibicenca para esta temporada 2017 es Tatel. El restaurante de Enrique Iglesias, Rafa Nadal y Pau Gasol, que comenzó su andadura en 2014 en el Paseo de la Castellana de Madrid, aterriza en Ibiza tras su exitosa apertura hace un par de meses en Miami.


En el espacio que ocupó el fallido Estado Puro de Paco Roncero en el Hard Rock Hotel de Playa den Bossa, encontramos un local, una carta y un ambiente que apuestan por la calidad de una alta cocina española apoyada en la tradición.

El interiorismo es obra del estudio italiano Ilmiodesign. El espacio ha sido desarrollado por los arquitectos Andrea Spada y Michele Corbani, basándose en los metales, los mármoles, la piedra, con madera de nogal y vidrios estampados.

Uno a uno sus elementos tienen un aire retro, con una combinación de colores y texturas que chocan de entrada a los profanos, pero que en conjunto consiguen rápidamente transmitir una sensación muy acogedora a la vez que sofisticada y elegante. 


Se han aprovechado bien las terrazas alrededor del local, que miran de frente a las aguas tranquilas del arenal más extenso de la isla. Es el lujo añadido de cenar frente al mar y disfrutar de la frescura y el encanto de la noche ibicenca.

Lo cierto es que desde el primer día el restaurante ha estado a tope con un gran éxito de público y de crítica. Pudimos disfrutarlo de primera mano en su fiesta de inauguración, uno de los mejores eventos de apertura que recordamos en los últimos tiempos. 


Conocemos de cerca el gran trabajo, la intensidad, el cariño y la profesionalidad esquistos depositados por el equipo de Tatel en este proyecto para Ibiza. Parece que estamos ante otro establecimiento que ha llegado a la isla para convertirse en otro de los puntos imprescindibles de su rica, variada y potente oferta gastronómica.


La que creemos va a ser otra de las nuevas estrellas del verano ibicenco este año es Aiyanna. Utilizando este nombre de mujer procedente de los indios nativos del norte de América que significa "Flor Eterna", el equipo de Amante se encuentra en plena reforma de un antiguo caserón/chiringuito de playa unicado en Cala Nova. Esa playa al norte de Es Canar, es una de las joyas más apreciadas por los ibicencos de este lado de la isla por sus preciosas aguas turquesas y su arena blanca. Siempre ha parecido menos conocida entre sus visitantes veraniegos a pesar de contar desde hace 3 temporadas con Atzaró Beach, un beach club diferente que se ha ganado su espacio por su oferta relajada, su cocina local y su altísimo nivel de coctelería. 


Según su propia web el local se encuentra "perfectamente posicionado en el lado norte de Cala Nova con vistas panorámicas al Mediterráneo. El restaurante tendrá su propio estilo original en armonía con su entorno natural. Con un ambiente relajado e informal, donde todos son bienvenidos, Aiyanna contará con un menú saludable de platos frescos e innovadores con un guiño a las influencias del Mediterráneo Oriental. Ingredientes orgánicos procedentes del propio huerto/jardín del restaurante dominarán un conjunto de platos para compartir, conformando una experiencia diferente que ofrecerá una nueva visión de lo que entendemos como comida playera."


Desde luego, las imágenes del diseño de espacios que vemos en su web nos resultan muy sugerentes. Estamos seguros de que triunfarán si aplican el buen gusto, la profesionalidad y el nivel de servicio que han conseguido en Amante. Y eso que la ubicación del original en Sol d'en Serra, una cala de piedras al pie de un acantilado que sería un rincón semiolvidado si no fuera por ellos, no parecía ser la mejor elección cuando se lanzaron a esa aventura febril que los ha llevado a ser considerados uno de los mejores beach clubs de Ibiza.



La inauguración de Aiyanna está programada para mediados de Junio, al menos un mes tarde si quieren afrontar con un poquito de rodaje la parte más intensa de la temporada alta, pero sabemos que esa ubicación central en Cala Nova y la dirección del equipo de Amante son garantía de éxito.


viernes, 24 de febrero de 2017

Esto va en serio

No me gusta lo más mínimo ser agorero. Quejarme de lo mal que está todo y dejar registro escrito de que algo chungo se avecina para más adelante continuar taladrando a diestro y siniestro con incontables dosis de "yo ya lo dije". Para eso tenemos en este país un ejército profesional de articulistas y tertulianos que saturan a todas horas los medios de comunicación. Una mayoría de medios que en su agonía por ganar espacio no tienen reparos en abrir sus puertas continuamente a auténticos esperpentos y lameculos profesionales a los que seguimos para echarnos unas buenas risas a su costa todas las semanas. O, por qué no admitirlo, para encabronarnos un poquito de buena mañana y así ponernos las pilas. Que a muchos nos va la marcha...

A nivel local tenemos un ejemplo muy bueno en nuestro Diario de Ibiza. Desfila por sus páginas todas las semanas un catálogo fijo de fobias cuya contemplación se ha convertido en rutina tras varios años ya residiendo en la isla. Discotecas, empresarios, hoteleros, alquileres, autopistas, beach clubs, drogas, ocio nocturno, mafias, serpientes, bacterias, el catalán y los catalanes, Podemos y los podemitas, los ricachones, el Govern, los mallorquines, la ecotasa, etc, etc, etc... Todo un catálogo apocalíptico de plagas bíblicas que amenazan con arrasar Ibiza (y Formentera, no nos olvidemos) y convertirla en una especie de Benidorm "pijocutre".



Debo reconocer que algunas de esas alarmas, que no por insistentes dejan de ser realistas, están convergiendo en una "punta del iceberg" que nuestros medios parecen haber obviado. Una problemática que indica hasta qué punto el equilibrio humano de las islas está llegando a su límite. Llevamos algunos meses encontrándonos continuamente con anuncios y ofertas de trabajo para la nueva temporada. Un buen número de nuevos proyectos (y de proyectos ya consolidados) están buscando un mínimo de 40 a 50 nuevos trabajadores para la nueva temporada. Y no hay manera de encontrarlos... No hay gente suficiente residiendo en la isla para cubrir esos puestos en empresas de servicios durante el verano. Y para los de fuera es ya del todo imposible encontrar un alquiler asequible.  



¿Hace falta anticipar la que se avecina? Muchísimas empresas que tienen que dar servicio de calidad a un clientela que viene a la isla a buscar exclusividad se van a encontrar plantillas cortas y poco cualificadas. Incremento de costes para retener mejores empleados, empeoramiento del servicio y de las condiciones de trabajo. Frustración por no poder cumplir las expectativas e ilusiones de todos: empresarios, trabajadores, visitantes y residentes. Todo el mundo insatisfecho, repitiendo ese eterno mantra de "Ibiza ya nos es lo que era" que hace más de 2.000 años ya pronunció un fenicio mientras se subía a su barco para no volver jamás. En serio, estamos jodidos...


sábado, 4 de febrero de 2017

"Nativismos" y saturación turística

En los últimos años estamos viviendo un boom turístico sin parangón en las costas mediterráneas, las Baleares y, en general, el Sur de Europa. La salida paulatina de la crisis financiera que nos ha complicado la vida desde 2007 y los problemas de seguridad que sufren los países del Norte de África han dirigido toda la demanda hacia nosotros. Estamos realmente desbordados y todo apunta a que lo peor está por llegar.



La continuada presión turística está desfigurando muy rápidamente la identidad y el paisaje de esos lugares donde durante décadas parecía haberse encontrado un equilibrio. Barcelona es una ejemplo clarísimo de esa presión donde barrios enteros se han convertido en un gigante parque de atracciones para los guiris donde todos los servicios se han orientado hacia ellos. Miles de pisos han dejado de estar disponibles para alquileres residenciales y se ofrecen (con o sin licencia) a turistas por unos precios que fácilmente cuadruplican la rentabilidad para sus propietariosEso inevitablemente está desplazando a los habitantes de toda la vida que no tienen más remedio que irse a vivir a barrios periféricos o a ciudades dormitorio del extrarradio.  

Los problemas de movilidad se multiplican a la vez que los de convivencia en aquellos barrios donde los residentes están hartos de vivir rodeados de esa frenética actividad turística. Vemos noticias a diario de incidentes en la Barceloneta, el Gótico o el Raval a causa de esa difícil convivencia. La reacción de los vecinos se ha transformado en muchos casos en un rechazo hacia el turista y un clamor por recuperar la esencia de los barrios que los barceloneses quieren volver a sentir como suyos. Es esa actitud la que varios analistas han coincidido en llamar "nativismo".



El gobierno municipal parece que se ha tomado en serio el problema que supone esa saturación turística para los residentes de Barcelona. A pesar de que me causa cierta vergüenza ajena ese postureo continuado y esa supuesta superioridad moral de la "nueva izquierda" que representa perfectamente Ada Colau, no tengo más remedio que aplaudir la actitud del ayuntamiento de mi ciudad natal. Como primera medida, tal y como tomó posesión del cargo, declaró una moratoria hotelera de nuevas licencias hasta tener una idea clara de la dimensión del problema. A eso se añadió un control férreo sobre los pisos turísticos y una presión firme sobre plataformas de alquiler vacacional como Airbnb, Homelidays o Owners Direct. La idea, en palabras propias de la alcaldesa, era frenar ese caballo desbocado en que se había convertido el turismo en la ciudad para tener tiempo de respirar y poder estudiar a fondo la problemática. Evidentemente hubieron muchísimas voces que se lanzaron a lincharla mediáticamente por su insensibilidad hacia los proyectos en marcha y las licencias ya solicitadas. 



Su moratoria hotelera no ha pretendido más que desaturar zonas de la ciudad que ya se encontraban desbordadas y desviar esos nuevos proyectos hacia barrios que tradicionalmente no son tan turísticos ni tan populares entre los visitantes de la Ciudad Condal. Sobre el papel, es una medida sensata, seria y bien meditada. Veremos a medio y largo plazo si consigue difuminar un poco la presión sobre ciertas áreas de la ciudad repartiendo el peso de la demanda por toda ella.

¿Y en Ibiza? ¿Nos suena de algo esa problemática? Evidentemente estamos subidos también a ese caballo desbocado pero aquí, siendo una isla tan pequeña, el problema se magnifica y se multiplica sin remedio. Si una ciudad como Barcelona, con toda su potencia y sus posibilidades, está sudando sangre para dominar a la "bestia", ¿qué podemos hacer nosotros? Causa mucha frustración tanta palabrería y tanta pretensión de tomar medidas cuando ves que no hay medios detrás para efectivamente tomar algo de control de la situación. Las nueva legislación sobre los alquileres turísticos, en las que cada ayuntamiento, consell insular y Govern Balear tienen potestad para decidir mantienen el mismo nivel de confusión. La nueva normativa no soluciona nada si no hay un cuerpo funcionarial que la supervise y se ocupe de su cumplimiento. 



Flota en el ambiente una mala leche general entre todos los residentes de Ibiza. No solo nos hemos resignado a no poder disfrutar de nuestras mejores playas y atracciones en verano. Sentimos la presión creciente en nuestro entorno, sobre todo en lo que se refiere a los precios de los alquileres y a la saturación de nuestras infraestructuras y servicios. No ayuda nada a calmar los ánimos que encima desde Mallorca se continúe chuleando al resto de las islas con los presupuestos y los repartos de la ecotasa. Esos fondos deberían servir para tomar medidas inmediatas y visibles para proteger las áreas más sensibles de nuestro patrimonio, las que más sufren la presión del turismo año tras año. 

Aquí en Ibiza ese "nativismo" que ha ido creciendo en los últimos tiempos parece ser mucho más minoritario pero tiene más mala leche. Es fácil de entender ya que se siente mucho más huérfano y desamparado por sus autoridades locales que en otros lugares donde se enfrentan a los mismos retos con cierto criterio. ¿Cómo nos vamos a fiar de una gente que lleva 1 año para llevar a la cabo la mejora de una travesía de 800 metros en Jesús que debía acabarse en 45 días? Encima con unos defectos de obra indecentes de los que nadie se quiere responsabilizar. ¿Cómo podemos pensar que esa gente sea capaz de solucionar una problemática tan compleja? Ni en un millón de años...



Esa mala leche que mencionaba hace un momento, se ha transformado en muchos casos en un dar palos continuados desde diversos medios locales a todo lo que rodea a la problemática actual. Muchas veces con razón... Pero en bastantes ocasiones con muchos prejuicios e información muy parcial. El caso que me toca más de cerca es el de los alquileres. He llegado a leer en un artículo reciente a un periodista local afirmando que el 50% de la oferta de viviendas turísticas está dirigido por mafias extranjeras. Esto no solo es exagerado sino que además es del todo falso. La oferta de alquileres turísticos en Ibiza está dominada por una demanda incontrolablemente al alza. Así de claro...



La avalancha de solicitudes que los agentes inmobiliarios recibimos semana a semana no hace más que aumentar conforme nos acercamos a una nueva temporada. Esa demanda descontrolada, junto a un buen montón de malas experiencias en el pasado tanto con intermediarios poco profesionales (incluso piratas en algunas ocasiones) como con algunos inquilinos indeseables, han provocado que los propietarios tomen una posición de fuerza que ha disparado los precios de forma imparable. Año tras año las condiciones se endurecen mientras siguen creándose nuevas oportunidades de trabajo en temporada que no hacen más que multiplicar el efecto llamada. 

Es obvio que en situaciones tan extremas acaban apareciendo parásitos que se aprovechan de las circunstancias y de la necesidad de muchos residentes desesperados por no poder encontrar alquileres a precios asequibles. Pero, en mi experiencia diaria, son una minoría a la que propietarios serios y agentes profesionales estamos desplazando hacia una posición cada vez más marginal. La situación de mercado a la que esta demanda brutal nos está llevando otorga oportunidades a ambos colectivos de ganarse la vida de manera legal y decente. 




La historia tiene una muy difícil solución. Mucha queja y mucho supuesto malestar pero a la hora de ir a votar, aquí en Ibiza se sigue confiando en los mismos que en los últimos 40 años no han sabido (o no han querido) pensar en cómo afrontar el futuro de la isla garantizando cierto equilibrio. Alternativas con una visión mucho más localista, con ideas sensatas sobre cómo afrontar ese futuro, han acabado marginadas y relegadas a la mínima expresión. Así nos va...



martes, 24 de mayo de 2016

Alquileres en Ibiza: inutilidad e impotencia

Estamos a las puertas de una nueva temporada y en Ibiza seguimos como siempre. Es decir, todos sabemos cuales van a ser nuestras peores pesadillas veraniegas y seguimos sin arreglar nada. Tenemos claro que las obras pendientes de mejora de carreteras y accesos nos seguirán torturando todo el verano. Tenemos claro que el hedor insoportable de las depuradoras hará que se nos salten las lágrimas cada vez que pasemos cerca de ellas (o no tan cerca). Sabemos que la invasión marítima de todo tipo de embarcaciones continuará destrozando impunemente nuestras praderas de posidonia, probablemente nuestro mayor tesoro.


Y sabemos, para nuestra desgracia e indignación, que nuestros políticos y administradores públicos harán lo de siempre, mostrar su gran capacidad para que todo siga igual, o peor... Permiten con indecente sonrisa cínica que nuestras playas se conviertan un año más en una vertedero de hamacas y mierda para disfrute de mafiosos a los que Ibiza les importa bien poco. Año tras año consiguen superarse en su inacabable carrera por enviarlo todo a tomar por saco. Es imposible seguir achacando esto a su inutilidad. No se puede justificar semejante nivel de permisividad para el destrozo a la simple incapacidad. Aquí la política vive en simbiosis perfecta con la especulación, como dos garrapatas que se chuparan la sangre la una a la otra. 


Una crítica así de cruda nace del disgusto y de la impotencia al contemplar el bajo nivel que demuestran las instituciones baleares para tratar los problemas graves que afronta Ibiza. Amo esta isla con toda mi alma. Cada vez que salgo a la calle y sus olores a pino y mar me invaden, no puedo sentir más que gratitud por haber podido hacer de ella mi hogar desde hace casi una década. Es por este sentimiento de apego que, cuando tratas a diario con uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la isla actualmente, ves con claridad la hipocresía y el desconocimiento total con los que nuestros políticos lo encaran. Hablo del tema de los alquileres residenciales.


La regulación de los alquileres de viviendas unifamiliares para usos turísticos parece estar más o menos bien encarada. A pesar de la falta de medios para inspeccionar y tener la amplísima oferta bien controlada, tanto los propietarios como los intermediarios sabemos a qué acogernos y cómo funciona la legislación al respecto. En cambio, el mercado de las residencias de alquiler para quien quiere establecerse (o continuar su vida) en la isla es una jungla en la que hemos acabado todos embarrados. Especialmente para la vivienda asequible, aquella a la que un trabajador medio puede acceder con un sueldo normal. Y este es un problema de futuro al que la isla tiene que meter mano ya si no quiere que en poco tiempo suframos sus serias consecuencias.

En el bando de la oferta trato cada día con todo tipo de actores en este drama: propietarios abiertos a cualquier tipo de alquiler de su piso, propietarios que no quieren ningún tipo de problema ni con la administración ni con los inquilinos, inversores que buscan maximizar su negocio dentro de la legalidad, propietarios de cualquier casa o inmueble que piensan que todo se alquila y que pueden sacar un pastón de cualquier cuchitril donde se pueda meter una cama... Me he llegado a encontrar gente que quiere alquilar su casa mientras está en obras para así sacarse un dinero con el que acabar de financiar la reforma. Trabajando en una de las más prestigiosas inmobiliarias de la isla, me tengo que contener, pero a veces me encantaría poder saltarme las buenas formas y cantarle la caña a este último tipo de gente enviándolos de vuelta a la calle con una buena patada en el trasero. 


Por el lado de la demanda, por supuesto no deja de entrar cada día gente desesperada por encontrar un lugar donde alojarse durante la temporada. Pero también me encuentro casi a diario con mucha gente con muy buena posición económica, que está dispuesta a pagar sus estancias por adelantado sin demasiados miramientos, y que están provocando una seria distorsión del mercado de alquileres. Cuando el propietario de una finca payesa tiene llamando a su puerta varios posibles inquilinos dispuestos a pagar sin problemas 5.000€ o 7.000€ al mes, ofreciendo el pago adelantado de algunas anualidades sin problemas, es totalmente lógico que los precios se disparen, y que las condiciones acaben volviéndose imposibles para la inmensa mayoría de nosotros. Y cuidado, que no estoy hablando de especuladores que buscan pisos o casas para realquilar y exprimir a todo aquel desesperado por encontrar un rincón donde dormir. Hablo de gente que simplemente quiere tener su residencia de alto nivel en Ibiza, sin mayores pretensiones. Los especuladores de medio pelo, tanto a las agencias serias como a los propietarios experimentados, nos duran 30 segundos al teléfono. 


Todo este cacao que se ha creado con la oferta y la demanda lo que principalmente ha hecho es desesperar a muchos y a desorientar a todos. Nos encontramos con muchos propietarios que no saben bien bien lo que hacer con sus casas. Eso sí, todos tienen un vecino que dice que... O un conocido que está sacando mucho por una casa que no es mejor que la suya... O un hijo que tiene un piso en Puig den Valls por el que saca varios miles de euros al mes en verano... Y aquí es donde creo que está la clave de todo. Con todos mis respetos, pero ¿qué narices tiene de turístico un piso en Puig den Valls? ¿Cómo a alguien se le puede pasar por la cabeza que un piso de 40 años en el ensanche de la ciudad de Ibiza es un inmueble apto para acoger turistas? 

El planteamiento de los usos que se le pueden dar a un inmueble residencial en Ibiza no hace más que mostrarnos la desorientación de nuestros legisladores. Se siguen dando palos de ciego y lanzando ideas al aire para ver cómo reacciona la opinión pública. Una señal clara de que quien tiene que meter mano al problema sigue perdido.


Se necesita una normativa clara dirigida a determinar por zonas (incluso por barrios) y por tipo de vivienda el tipo de arrendamiento al que puede acogerse una propiedad. Una legislación firme que incentive el alquiler residencial mediante importantes ventajas fiscales a los propietarios que dediquen sus inmuebles a ello. Hay que incentivar para que todo el mundo salga beneficiado del empuje de ese sector a día de hoy (cada uno a su nivel y dentro de sus posibilidades). Necesitamos una voluntad seria de solucionar el problema con ideas claras y conocimiento profundo del sector. Cualquier otra iniciativa es querer seguir metiendo parches para tapar las consecuencias del descontrol en lugar de atacar las causas. En definitiva, seguir mareando la perdiz como hasta ahora para continuar como estamos, año tras año...


lunes, 15 de junio de 2015

Ya estamos en pleno lío

Ya estamos metidos de lleno en esa época del año en Ibiza que todos tememos y a la vez esperamos con ansia.  Es esa época del año en que nuestras carreteras se saturan, donde salir de un cruce puede significar minutos de ver pasar coches y más coches, exigiendo de nosotros una paciencia infinita para no cometer ninguna imprudencia. Donde nuestro temple se pone a prueba para soportar conductores que no saben donde van, o a los de siempre que no respetan líneas continuas ni límites de velocidad


Es aquella época del año donde los puntos negros de nuestras principales vías se perciben más negros que nunca, recordándonos que la isla crece a pasos agigantados y sus infraestructuras no le pueden seguir el ritmo. Las desaladoras paradas y las depuradoras saturadas son otro buen ejemplo de ello. La sequía que se anticipa, con los niveles del agua subterránea que da vida a Ibiza en los registros más bajos de las últimas décadas, se unen al previsible drama que vamos seguramente a vivir en tan sólo unas pocas semanas. 
Sabemos que vamos a ver cómo maltratan a nuestra isla, cómo la exprimen y la hacen sufrir, y no podemos dejar de sufrir por ella.


Y la isla en cambio, se defiende mostrándonos su cara más divertida, más amable. Sus noches magnéticas, su mar y sus cielos deslumbrantes, sus colores preciosos mezclados con un paisaje humano que llega a Ibiza ansioso de disfrutar y dejar atrás la monotonía y el agobio del resto del año. 


La isla se renueva cada verano, se reinventa, evoluciona y se revoluciona hasta desbocarse durante unas pocas semanas de temporada alta altísima. Y nosotros nos dejamos llevar por esa locura, casi sin poder respirar, deseando que todo acabe pronto y que no acabe nunca. Deseando volver a vivir, año tras año, esa experiencia mágica que nos dejó pegados un día a esta tierra hasta desear hacerla nuestra. Es una pena que no podamos librarnos de esa angustia que nos causa el saber que, por un lado o por otro, Ibiza se romperá, aunque sea tan solo un poquito, para no volver a ser nunca más la que fue ayer. 

viernes, 3 de abril de 2015

El 2015 viene fuerte...

Todas las previsiones para la temporada 2015 en Ibiza nos van mentalizando para lo que se nos echa encima. Parece que este año el "overbooking" va a ser generalizado, a todos los niveles. Llevamos semanas recibiendo a diario los anuncios de fechas de aperturas de los clubs y de sus fiestas semanales. Estamos ya al día de muchas de las novedades, cambios y lanzamientos que vamos a disfrutar este verano.


Muchos establecimientos se han aventurado a abrir esta Semana Santa para no cerrar hasta Octubre e incluso muchos de ellos han permanecido abiertos todo el invierno. Llegan además nuevos proyectos que aterrizan con la intención de marcar un antes y un después en la historia de la isla. Se me ocurre como el mejor ejemplo de ellos el proyecto de los hermanos Adrià junto al Cirque du Soleil, que promete convertirse en una experiencia única en el Mundo. Esperamos que no sólo esta nueva aventura triunfe sino que además se consoliden otros proyectos punteros que han apostado por Ibiza en las últimas temporadas.



En el sector de los alquileres y los servicios de lujo, nos encontramos que en estos momentos del año las principales agencias han superado ya las cifras de reservas de la temporada anterior. Y eso que Abril y Mayo son dos de los meses más intensos en la búsqueda y el cierre de estancias vacacionales. Algún beach club emblemático de la isla ha colgado esta semana el cartel de completo para su fiesta más conocida sin ni siquiera haber inaugurado la temporada (ni una hamaca disponible para Julio y Agosto). La cosa viene realmente fuerte... El propio Abel Matutes, uno de los artífices de este nuevo boom que está viviendo la isla gracias a su Ushuaïa y su Hard Rock Hotel, advierte estos días del serio peligro de que la cosa se desborde este verano.


En la vertiente negativa, el hecho de que Ibiza se haya convertido en el destino vacacional más deseado de este lado del Planeta, está trayendo alguna consecuencia poco deseada para los que viven y trabajan aquí. El primer síntoma reconocible es la enorme crisis de vivienda de alquiler residencial que estamos sufriendo. Los precios se han disparado de tal forma que para los habitantes más jóvenes y para los trabajadores de temporada el encontrar casa a precios razonables se ha convertido en una utopía


Algunos afectados se están organizando en asociaciones que pretenden denunciar los supuestos excesos de ciertos propietarios y falsos agentes (en realidad mucho buitre estafador) que exigen condiciones imposibles de cumplir para poder acceder a un alquiler de larga duración. Fruto de su indignación amenazan con enviar anuncios que ellos encuentran abusivos a Hacienda y a la Guardia Civil. Un esfuerzo que va a ser inútil, no sólo por ingenuo e injusto, y que corre el peligro de convertirse en una estúpida caza de brujas.

La solución a este problema pasa por ser política, a través de incentivos a los alquileres residenciales y un mayor control presupuestario de las actividades de alquiler vacacional. Como siempre, a los partidos gobernantes en las islas de momento eso no les acaba de interesar, adolecen de su incapacidad de reacción habitual o no aportan más que parches que distan de dar una respuesta eficiente a ese problema. Aunque se vislumbra en el horizonte de las próximas elecciones alguna nueva formación que parece tener claros los temas que realmente preocupan a los ibicencos y la manera seria de afrontarlos. No todo está perdido. 


Sea como sea, lo que volvemos a tener claro este año es que no nos vamos a aburrir. Los próximos meses vuelven a presentarse como apasionantes, en lo bueno y en lo malo. Más vale que nos vayamos mentalizando y los afrontemos con positividad y unas ganas enormes de trabajar para que la isla siga con esa inercia imparable que la ha convertido en el motor económico de las Baleares. Siempre sin olvidarnos de respetarla, de cuidarla y de disfrutar de todas las maravillas que esta tierra nos ofrece. Ibiza se lo merece.



viernes, 9 de enero de 2015

"Ibiza ya no es lo que era..."

"Ibiza ya no es lo que era...". Esta frase parece que fue pronunciada por primera vez por un comerciante fenicio a unos amigos egipcios en una taberna de Alejandría, allá por el año 600 antes de nuestra era (tomo prestada esta genial introducción del imprescindible blog de Danny Kay, "Ibiza Holiday Secrets"). No hay viajero ni turista que no haya oído esta sentencia varias veces antes, durante y después de su primera visita a Ibiza. Probablemente desde hace muchos y muchos años...


Bromas aparte, parece que las primeras impresiones que deja la isla a cualquiera que haya puesto sus pies en ella a lo largo de los siglos acaban mudando y convirtiéndose en una especie de nostalgia que no deja de tener cierto tono negativo. Danny lo atribuye en su blog a la evolución psicológica natural de toda persona que haya puesto sus pies alguna vez en este rincón del Mediterráneo. Lo llega incluso a comparar con una especie de virus contagioso que afecta a prácticamente todos y que se debe al hecho de que somos las personas las que cambiamos y maduramos a lo largo de los años, no los lugares.

Lo que claramente pierde de vista nuestro amigo "blogger" es que Ibiza cambia y evoluciona a un ritmo imparable. Me atrevo a decir que no solamente lo hace sino que además, desde su modesta geografía, es vanguardia del cambio desde hace muchas décadas. Es por eso que ha sido y sigue siendo el centro de gravedad de muchísimas personas y personajes, polo de atracción de creatividad y de tendencias que se expanden y crean escuela por todo el Mundo. 

Es evidente que la propia evolución de la isla hace madurar hasta dejar obsoletos esos clichés que para muchos significaron la esencia de lo que un día los enamoró. Pero también es evidente que esa transformación, año tras año, ha significado que Ibiza no haya dejado de ser nunca la punta de lanza de todo lo que ha acabado marcando su propia época. Partiendo de la autenticidad bohemia de los años previos al boom turístico de la década de los 60... 

Pasando por la "colonización" hippy que marcó la identidad de la isla para siempre...

O por los alocados años 80 con toda su sensualidad, su glamour y sus excesos...



Hasta las últimas dos décadas con la consolidación de la electrónica y los superclubs, los aftersla música chill-out y las fiestas interminables en cualquier rincón de la isla...



Y finalmente, en nuestros días, el reinado de los DJs y los "beach clubs", la aparición de nuevas ofertas de ocio, alternativas, más maduras. No se puede poner en duda que hoy el turismo de lujo se ha convertido en el motor que está moviendo notablemente la economía local y que está empujando a Ibiza hacia una de las mayores transformaciones de su historia.



No, amigo Danny, no es sólo que la gente madure. Esta isla evoluciona y revoluciona nuestra cultura a una velocidad vertiginosa. Se mueve marcando dirección y tendencias que muchos otros destinos del planeta imitan, desde nuestro entorno mediterráneo hasta los desiertos de Estados Unidos, o las selvas de Brasil. Y lo que maravilla es la capacidad que tiene de reinventarse continuamente para ser ese lugar que fascina, atrae y atrapa, generación tras generación, sin dejar de mantener su esencia, su espíritu de libertad como principal marca de identidad.



Eso sí, que no nos deslumbre esa energía tan especial que desprende Ibiza. No es ilimitada, y si no la cuidamos, la respetamos y la protegemos, podemos acabar viendo cómo desaparece para siempre convertida en una simple caricatura de lo que una vez fue.