Pages

lunes, 13 de mayo de 2013

De vuelta en casa

No hay sensación comparable a sentirse de nuevo en casa. Volvemos a nuestro querido país tras nuestra aventura brasileña con más proyectos de futuro y mucha más ilusión de los que nos impulsaron a cruzar el Atlántico en 2007. Han sido 6 años de lucha, de trabajo incesante, de decepciones y alegrías, de incomodidades y nostalgia, de diversión y tedio, de esperanzas truncadas y de optimismo por el regreso. El Nordeste de Brasil se ha revelado como un lugar difícil para trabajar, en muchas ocasiones ingrato, donde el esfuerzo, la ilusión y las ganas no han significado nunca una garantía cierta de buenos resultados. La incertidumbre ha sido siempre una constante que se escapaba a nuestro control a la hora de empezar un proyecto.


Por supuesto dejamos atrás grandes amistades y buenísimos recuerdos de una casa y un pueblecito idílicos donde hemos sido felices y nos hemos sentido privilegiados de disfrutar de un entorno precioso, de una naturaleza inmaculada. Desayunábamos todas las mañanas en nuestro jardín acompañados de una familia de monitos que nos observaban con curiosidad, incluso divertidos, mientras esperaban recibir su ración diaria de fruta o pan. Echaremos de menos esos silbidos que siempre nos anticipaban su llegada...


Dejamos además asuntos personales y profesionales pendientes que nos servirán como excusa perfecta para volver a visitar a menudo a todos esos amigos que no queremos dejar de sentir cerca en los próximos años. No dejaremos de insistir tampoco en que vengan a vernos a casa siempre que quieran disfrutar de nuestras amadas Barcelona e Ibiza

Nos consideramos privilegiados al haber esquivado quizás los años más ingratos de la crisis financiera que ha azotado Europa. Llegamos en un momento en que las cosas parecen empezar a remontar ligeramente y no nos podemos quejar por las oportunidades de trabajo y de futuro que ya se nos han abierto tan solo llegar. Traemos con nosotros una ilusión y unas ganas que seguro contribuirán a dar un empujoncito extra a nuestra gente y nuestro entorno para ver las cosas con mucho más optimismo. Llegamos con la cabeza mucho más fría que la de los que han vivido de manera directa todos estos años la avalancha de negatividad, de indignación, de dudas e incertidumbre sobre el futuro que esta desafortunada situación económica ha provocado.


Nos hemos empapado ya de cariño, de risas y de buen rollo con familia y amigos de toda la vida (¡¡Gracias a todos por estar ahí!!). Empezamos a dejar atrás todos los recuerdos negativos de nuestro viaje, nos sentimos felices y orgullosos de las lecciones aprendidas y de los buenos momentos vividos, de haber tomado decisiones difíciles y haber sido consecuentes con ellas. Nunca miraremos atrás con la duda de lo que podría haber sido. Creamos un proyecto de futuro que pasaba por Brasil y nos decidimos a dar el salto con el convencimiento de que, independientemente de los resultados, la aventura iba a representar un paso clave en nuestra vida, un aprendizaje impagable. Y así ha sido.

Encaramos nuestro futuro inmediato con la misma ilusión de siempre, con proyectos interesantes, oportunidades buenísimas que nos permiten establecernos en nuestra queridísima Ibiza en los próximos meses. No nos imaginamos un aterrizaje de vuelta mejor. ¡ Hasta siempre Brasil! ¡ Hola Futuro!





No hay comentarios:

Publicar un comentario