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sábado, 16 de marzo de 2013

¿Por qué tu negocio debe ser "social"?

Nadie duda que la manera de comunicarnos ha cambiado a velocidad de vértigo en menos de 10 años. En los últimos 3 hemos visto a una red social como Twitter convertirse en una herramienta de consulta fundamental para conocer la opinión del público sobre cualquier tema de actualidad. La rapidez de reacción de los usuarios de esta red a la hora de volcar comentarios e ideas sobre cualquier tema, prácticamente a tiempo real, ha revolucionado las fuentes de acceso a la información que los medios de comunicación tradicionales llevaban años utilizando. Ya se empiezan a oír con fuerza las primeras voces que reclaman que el sentimiento de la calle no está en Twitter, y surgen estudios de todo tipo de entidades sociales y culturales que se han lanzado de cabeza a analizar este fenómeno apasionante.


Si ningún empresario, comerciante, emprendedor ni autónomo duda de que sin presencia en internet su negocio "no existe", ya parece que ese dicho se extiende irremediablemente a las redes sociales. La disponibilidad y el acceso fácil a multitud de herramientas promocionales que ofrecen a día de hoy estas plataformas de comunicación las convierte también en prácticamente el primer lugar de consulta de consumidores y usuarios. La presencia en las redes sociales se ha convertido en elemento clave para generar una reputación on-line que comunica transparencia y cercanía al posible cliente aportando además una fuente valiosísima de información para el responsable de la empresa. De las innumerables razones que podemos encontrar para que un negocio tenga presencia activa en las redes sociales, he querido rescatar las 5 que para mí son fundamentales:

1) Si no estás "on-line", no existes: 
Aunque a nivel particular nos sintamos más o menos dispuestos a participar en las redes sociales a día de hoy los métodos de compartir y comunicar se apoyan en ellas. Estas redes han incrementado la frecuencia y el volumen con el que somos capaces de formular nuevas relaciones, descubrir información y hablar con una amplia comunidad de contactos. Han impactado con fuerza en la manera con la que los individuos interactuamos a nivel social, emocional y psicológico. En pleno cambio sociológico y cultural como el que nos encontramos estos modos de comunicación han cambiado la forma en la que hacemos negocios.

Va a ser difícil de ahora en adelante que una empresa subsista sin el elemento "social". Si no te comunicas online (informando a tus clientes y contactos, educando, entreteniendo y convirtiendo nuevos clientes en "socios") corres el riesgo de convertirte en un recuerdo borroso del pasado. Tus conexiones profesionales necesitan hoy alimentarse de información de primera mano sobre ti y tu negocio, sobre lo que haces y sobre la influencia que vas a tener sobre sus vidas. 

2) Las redes son la nueva generación del marketing "boca a boca" (o "boca oreja"):
Y todos sabemos que no hay mejor y más fiable elemento promocional que ese. Cuanta más gente con el perfil deseado podamos alcanzar mayores probabilidades tenemos de que se conviertan en clientes y "promotores" de nuestra marca. Nuestra esfera de influencia es la gente en y alrededor de nuestro negocio con la que interactuamos. Habrá siempre entre ellos individuos con mayor capacidad de influencia en su entorno así que debemos invertir un poco de tiempo en conocerlos, en observar y aprender cómo atraen a su audiencia y cómo podemos atraerlos a ellos. Cuando consigues desarrollar una relación con estos contactos clave amplias positivamente tu influencia, la gente lo percibe y eso incrementa tu credibilidad en el entorno online. 


3) El coste es muy bajo si lo comparamos con los beneficios que puede generar:
Las redes sociales son muy baratas si las comparamos con otros canales de márketing más tradicionales. Las grandes marcas, en general, tienen un gasto total en estos medios muy inferior al coste de una simple campaña publicitaria. El nivel de rentabilidad en esta inversión es excelente ya que frente a la saturación de publicidad que ha llegado a alcanzar al consumidor en los últimos tiempos las redes se presentan como mucho más efectivas en atraer y motivar al cliente. Como remarcaba en el punto anterior, sabemos que el "boca oreja" es mucho más efectivo que la publicidad tradicional y las redes potencian este factor para generar ventas y fidelización a un coste mucho menor.

4) Comunicarse a través de las redes sociales humaniza tu marca/negocio:
Utilizar jerga "marketiniana" en un entorno tan diferente a los medios tradicionales simplemente no funciona. No hay espacio para ello en las redes ya que los usuarios establecen una relación de mayor cercanía, de mayor transparencia, donde un lenguaje demasiado publicitario "chirría". La empresa se encuentra en estos canales con una oportunidad única de conectar con su audiencia a un nivel personal, incluso emocional, de  crear relaciones directas, de tú a tú.


5) ¡Tu competencia ya lo está haciendo!:
Toda industria o mercado están ya representados en Facebook y Twitter. Es un hecho fácil de comprobar si entramos en Google y tecleamos "tu industria" + Facebook y observamos los resultados. Ya en 2011 el beneficio de esta red social por publicidad llegó a los 3.800 millones de dolares y en 2012 se han superado los 5.000 millones. Otro hecho comprobado es que el 40% de pequeños negocios que tienen presencia en Facebook reconocen que ese es su único canal de promoción.
Las empresas están gastando cada vez más dinero en publicitar y hacer grandes sus marcas en las redes sociales. Eso nos da una idea clara de que esos canales están realmente funcionando.

Una vez convencidos de la importancia de que nuestro negocio esté presente en las redes sociales llega el momento de plantearse un plan de entrada en ellas. Hay que ser muy consciente que no es un tema tan simple como estar por estar. Para realmente sacar provecho de estas plataformas de comunicación debemos tener claro que hay que marcar una buena estrategia, que complementará el plan de marketing y servicio al cliente, y destinar recursos a hacerla funcionar. Sin un "Social Media Plan" bien definido, sin una implementación seria del mismo ni un trabajo de seguimiento de nuestra presencia en las redes es fácil que nos encontremos con resultados decepcionantes, incluso contraproducentes. Pero ese tema lo dejaremos para una próxima entrada...

jueves, 14 de marzo de 2013

Reinventarse

En la presente situación económica y laboral no dejamos de escuchar continuamente este concepto: tenemos que "reinventarnos". Reinventarse aparece ahora como una necesidad apremiante para poder sobrevivir a los momentos difíciles que atravesamos, a todos los niveles. Necesitamos transformar nuestra actitud frente a nuestra forma de vivir, frente a la forma en que precisamente nos ganamos la vida, para sobreponernos a las dificultades que nos complican la existencia mientras intentamos salir de la puñetera crisis

Las marcas, las empresas y los individuos debemos trabajar con otro enfoque, uno que incluso nos puede obligar a tener que empezar de cero, o prácticamente de cero. Esta claro que nadie, o casi nadie, toma este camino por voluntad propia. El miedo al cambio y a todo lo que comporta es algo innato en nosotros y no nos ponemos en la tremenda tarea de reinventarnos si no necesitamos realmente salir de un momento o situación críticos.


Esa inseguridad y sensación de salto al vacío que supone comenzar de nuevo no la afrontamos con gusto si lo que dejamos atrás supone cierta comodidad y falta de preocupaciones. Pero no estamos hablando de adaptarnos a una situación diferente, estamos hablando de cambiar completamente. Estamos hablando de hacer algo de lo que no todos nos sentimos capaces o no estamos dispuestos a soportar el gran esfuerzo y compromiso que conlleva. 

Para tener éxito en un proceso como este necesitamos creer firmemente en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. El resto es cuestión de optimismo y de trabajo constante. El psicólogo Luis Rojas Marcos lo define muy claramente: "La verdadera reinvención no consiste en cambiar las actitudes sino en cambiar las conductas". Es decir, no tan sólo se trata de creer que lo podemos hacer sino que tenemos que adoptar los hábitos y las rutinas que nos conducirán a ese cambio. Cambiando nuestras rutinas permitiremos que surja la nueva persona que pretendemos ser.

Todo aquel que ha tenido esa "revelación" que le hace pensar que necesita crear una personalidad nueva, o tener nuevos intereses o una nueva profesión, pocas veces llega a ella si no viene provocada por un evento exterior más o menos repentino, un cambio en su situación vital que le obliga a modificar sus gustos, aficiones e incluso sus relaciones. Todo aquel que vuelca en ese "reinventarse" todas sus energías y su esperanza es probable que tenga éxito.


Vivimos momentos de cambios importantes a nivel social, económico, cultural, laboral... Nos ha tocado a una inmensa mayoría reducir nuestro nivel de vida mientras nos vamos convirtiendo en individuos "hiperconectados". Las formas de comunicarnos y relacionarnos se han expandido de una manera impensable hace tan sólo 5 o 6 años ("si no comunicas, no existes"). Muchos de nosotros nos hemos sentido desubicados profesionalmente en los últimos tiempos por capacidad, potencial e intereses. Parece como que la rapidez con la que cambia nuestro entorno se ha ido incrementando cada vez de forma más acelerada y sentimos que si no nos actualizamos y nos sumamos al tren de ese cambio, podemos acabar totalmente fuera de juego. Leía hace poco una frase sobre este sentido que me parece resume bien lo que quiero expresar: "si eres capaz de explicarle fácilmente a tu madre a qué te dedicas, es probable que tu actividad esté en vías de extinción".


Parece que estamos llegando a un punto en que el "empleo" ya no se busca sino que tú mismo lo creas. Debemos disfrutar de cierta autonomía en lo que hacemos si queremos alcanzar nuestras metas, volcando todo nuestro interés en desarrollar y mejorar nuestras capacidades. Los sueños deben perseguirse invirtiendo el máximo compromiso ya que hay mucho más esfuerzo que "genio" en los procesos de reinvención exitosos. Y, definitivamente, el miedo a perder no puede ser un obstáculo que nos paralice ya que la clave para alcanzar nuestro objetivo final pasa en el 99% de los casos por la experiencia y el aprendizaje que nos otorgan haber fracasado en alguna ocasión. Si asimilamos estas pocas premisas, si nos convencemos de su valor y las hacemos nuestras, ¿quién puede tener miedo a ese cambio radical que significa reinventarse?


viernes, 8 de marzo de 2013

IBIZA


“Aguas transparentes como el aire, cielo transparente como el agua, Pitiusas… Habitadas desde hace miles de años, uno se pregunta qué hizo de estas islas un lugar tan atractivo a través de todas las épocas y todas las civilizaciones. Una fuerza magnética y seductora, que va más allá de su apacible clima, aún hoy atrae a miles de personas a una tierra en la que conviven mística y hedonismo, sueño y realidad…” Así comienza el capítulo de la serie de TVE “Ciudades para el Siglo XXI” dedicado a Ibiza y Formentera. Un reportaje imprescindible, realizado con objetividad y mucho cariño, al cual acudo frecuentemente cuando siento nostalgia del que considero ya mi hogar. Hay en esa escasa media hora de filmación un aprecio profundo por esas islas bendecidas que ofrecen rincones únicos de nuestro Mediterráneo y son referentes mundiales de belleza natural.



Difícil es encontrar un nativo o un residente ibicenco que no adore su tierra, que no la eche a faltar continuamente cuando está lejos de ella, siempre con la ilusión del retorno como consuelo que mitiga esa inquietud. Para muchos, llegados en toda época y toda condición, la Isla Blanca y su Hermana del Sur se han convertido en algo que va mucho más allá de un destino vacacional más o menos exclusivo, son una tierra de primavera eterna, son una forma de vida. Casi todo el que ha pisado alguna vez esas islas únicas, se lleva para casa sensaciones de paz, belleza y libertad, feliz por haber recibido el regalo de esa energía especial que las Pitiusas desprenden.


Sigue la entrada al reportaje con una frase que se queda registrada en la mente de los que repetimos ese nombre como un mantra: "Ibiza, cinco letras para un lugar mágico… Hace 30 años, muchos de los que no sabían situar España en los mapas, había oído hablar de Ibiza…” Las referencias a la moda y la cultura hippies, que han dejado tan marcado el espíritu de la isla son inevitables, así como la insistencia en proteger y salvaguardar la naturaleza y las tradiciones culturales únicas que conforman parte fundamental de su esencia.

No quería dejar de incluir a Ibiza en un blog que pretende recoger una visión esperanzadora (aunque realista) de lo que nos depara el porvenir. Ese rincón de las Baleares supone para mí, desde hace casi una década, esa "Tierra de Futuro" que da nombre a este blog. Muchísima gente pasó por ellas buscando esa vida soñada, esa mítica utopía que significaba la aldea global en la que se convirtió Ibiza en las décadas de los 60 y 70. La nostalgia de las islas de esos años es otra de las presencias constantes que se siente flotar en el aire siempre que uno se pierde y se deja hechizar por los caminos, paisajes y gentes de su interior. Todo paraíso pervive hasta que es descubierto por el turismo de masas pero en Ibiza y Formentera ese espíritu de autenticidad parece ser mucho más fuerte que el ataque feroz a su esencia que el desarrollo semidescontrolado de las últimas 3 décadas ha plantado sobre ellas. Uno no puede evitar pensar en esa fuerza cuando se cruza con la típica payesa vestida con sus ropas tradicionales, a escasos kilómetros de la nueva megadisco o de los locales más exclusivos y "fashion" de toda Europa.


Parece ser que siglos antes de nuestra era, la mayor de las Pitiusas fue lugar de descanso y reposo eterno para las clases más bien estantes de romanos, fenicios y cartagineses como demuestran los miles de tumbas que horadan el Puig des Molins en la propia Vila, capital de la isla. Como culminación a las muchas leyendas que corren sobre ella, desde hace unos pocos años se ha extendido la historia que otorga a Nostradamus el vaticinio de que Ibiza sería el único refugio del hombre en nuestro planeta tras el holocausto nuclear. Algunos han llegado a exagerar tanto como para asegurar que el mismo autor vivió un tiempo en la isla y acabó enamorándose también de ella. De cualquier forma, algo desprende esa tierra que nos hace soñar constantemente con volver a ella, con disfrutar de esas aguas frescas y transparentes, de la visión de esos campos rojos que extienden alfombras multicolores de frutas y flores durante todo el año. 


La marca "Ibiza" continúa en auge, al igual que la de su hermana pequeña, "Formentera". Cada día que pasa aumenta la pasión y la militancia de sus adictos. En los últimos meses no paramos de recibir noticias que parecen demostrar que las Baleares van a ser las primeras en salir de la crisis económica que nos ha amargado la existencia desde el 2007. Las expectativas y previsiones turísticas para la próxima temporada, motor imprescindible que mueve la economía de estas islas, parecen seguir una tendencia firme al alza. Se trabaja con insistencia en buscar nuevas iniciativas para desestacionalizar la demanda que si consiguen ir cobrando forma auguran un futuro más estable para los habitantes de Ibiza y Formentera.


La lucha constante que se libra desde los años 60 por encontrar un equilibrio sostenible entre naturaleza y desarrollo va a continuar. Nos corresponde a nosotros saber guardar esa esencia para que siga manteniéndose generación tras generación. Insistiendo en la importancia de ser conscientes del tesoro que tenemos en nuestras manos hago mías las últimas palabras del mismo documento gráfico con el que abría esta entrada... "Resulta difícil pensar en las Pitiusas sin echar de menos su pureza elemental. Hay una Ibiza y una Formentera que el Mundo quisiera guardar en el corazón sabiendo de su interés pero también de su vulnerabilidad. Para que cuando regresemos dentro de mil años a través de los hijos de nuestros hijos, recordemos que en el siglo XXI fuimos capaces de percatarnos que es un paraíso y cómo conservarlo".

miércoles, 6 de marzo de 2013

Motivos para el optimismo (parte II)

Los últimos 2 años, cada vez que comentamos a amigos, familiares y conocidos nuestra intención de volver para España en cuanto podamos, la respuesta es casi siempre la misma “¿estáis locos, dicen que todo el mundo está deseando marchar y vosotros queréis volver ahora? ¿Es que no veis en las noticias lo mal que está todo aquí?”. Nos digan lo que nos digan, pensamos que para volver a casa todo momento es bueno. No nos mueve solamente el echar de menos a nuestra gente, es que, con crisis o sin ella, estamos convencidos tras tanto tiempo fuera que como en nuestro país no se vive en ningún lugar del Mundo.


Entendemos el machaque constante al que estáis sometidos por los medios de comunicación, que son los primeros que utilizan ese goteo continuado de noticias desalentadoras para manteneros pegados a la pantalla. Entendemos el drama de los desahucios hipotecarios y de los niveles de paro descontrolados. Entendemos el daño que los recortes están haciendo a los servicios básicos de los que hemos disfrutado (incluso abusado en algunos momentos) en los últimos 25 o 30 años. Pero también sabemos que para ver las cosas con claridad y con un espíritu renovado necesitáis salir de esa realidad que os tiene apresados. 


Hablamos con vosotros y parecéis estar metidos bajo el agua sin posibilidad de salir a respirar. Lo único que os explican constantemente es que os ahogáis junto al resto del país, sin posibilidad de subir a tomar aire. Y eso no es así porque desde fuera, desde otros países con unas realidades muy distintas y otras formas de ver la vida, observamos que el futuro no está tan oscuro como os lo pintan.

Los que tenemos la suerte de estar lejos, apartados de esa lluvia constante de pesimismo y desánimo, no nos dejamos influir tan pesadamente por todo el barullo mediático que llega desde nuestro país. Es más, vemos que lo que está pasando, a un ritmo cada vez más acelerado, es un cambio a positivo a muchos niveles, tanto sociales, como políticos y económicos. Por favor, seamos serios ¿a alguien le sorprenden ahora esos casos destapados de corrupción generalizada? ¿Nadie sabía ni sospechaba nada? ¿A alguien le sorprende ver que no podemos sostener un estado del bienestar inflado artificialmente en una sociedad en general muy poco entusiasta a la hora de cumplir con sus obligaciones fiscales y tributarias? ¿Alguien creía que la vaca que llevamos años ordeñando se alimentaba del aire que respira? En España, en los últimos 30 años, nos hemos acomodado a arrimar la boca a la teta de esa vaca, que partidos y gobiernos han procurado mantener llena para poder prolongarse en el poder. 


Hemos alimentado los privilegios de bancos y cajas sin pararnos a pensar en que nos estaban timando y han aprovechado nuestra ignorancia en complicidad directa con los principales partidos que han ostentado el poder. No nos engañemos, algún día tenía que reventar todo y ponerse en su sitio. Ese día ha llegado. Es una ley natural ineludible e implacable que se cumple sin miramientos. Expresándolo de forma llanera y clara, el Universo pone las cosas en su sitio cada vez que se desmadran y nosotros no somos más que simples átomos flotando alegremente en uno de sus confines.


Lo que la realidad que se vive en España quizás no nos deja ver es que estamos en un momento de giro fundamental, un cambio histórico de la forma en que entendemos el Mundo y en cómo vamos a vivir en él los próximos años. Esta crisis, a todos los niveles, es una oportunidad única para pararnos a respirar y darnos cuenta de lo preciado que es todo lo que hemos disfrutado hasta ahora. Eso no significa que no lo podamos continuar disfrutando en el futuro. Simplemente vamos a tener que dosificarlo de manera que lo disfrutemos con mucha más intensidad las veces que podamos acceder a ello a partir de ahora. Pensadlo bien, nos hemos convertido en una sociedad aburrida y empachada de privilegios, ocio y disfrute. Y nos hace falta una crisis tan profunda como esta (una “guerra”, parafraseando a nuestros abuelos) para disfrutar lo que tenemos ahora en el plato. Somos muchos más a repartir y nos toca pasar con menos. Yo lo veo así de simple…


Me gusta bromear con amigos y conocidos diciendo que en casa estáis demasiado "machacados" últimamente y necesitáis que volvamos los que llevamos tiempo fuera. Venimos con aires e ilusiones renovadas para dar un buen empujón a los que estáis intentando tirar para adelante todos los días. Necesitáis de nuestro optimismo y de nuestras ganas de volver a disfrutar de lo mejor de nuestra tierra y de nuestra gente. Está claro que somos privilegiados de vivir donde vivimos y de ser de donde somos. Nos falta cierta disciplina y hasta cierta voluntad de superación, nos hemos acomodado en unos privilegios que eran en la práctica insostenibles y tenemos que reinventarnos y ajustar nuestro modo de vida para poder continuar mirando hacia el futuro con ilusión. Nos sobran potencial, capacidad y orgullo. Necesitamos dejar la mente en blanco unos momentos, volver a ver el vaso medio lleno para acabar de convencernos que vamos a salir para adelante todavía más fuertes. Nuestros "pies de barro" se han endurecido y pisamos ahora sobre seguro. Un amigo me envió hace pocos días un vídeo genial que expone esta misma actitud para convencernos de que somos capaces de volver a la senda de crecimiento y de prosperidad que hemos perdido los últimos años. 
Ya basta de lamentarnos y de considerar que somos una generación perdida. Desde la distancia, entre tanta noticia pesimista y desalentadora se empiezan a vislumbrar, ahora sí, novedades que nos hacen mantener la esperanza en que podremos volver a prosperar, en el mejor de los sentidos. Se empieza a ver que la gente se moviliza, se espabila, se busca la vida con nuevas profesiones y nuevos negocios. Muchos marchamos en su día con la idea de volver y poder aportar lo aprendido fuera. Y qué mejor momento para volver que cuando más se necesita de nuestra energía y nuestro optimismo renovados.




sábado, 2 de marzo de 2013

Te puede pasar a ti

A finales del mes de Noviembre del año pasado, al hacer una comprobación de rutina de mis cuentas bancarias detecté que alguien me había clonado la tarjeta de débito Mastercard y había conseguido vaciar la cuenta corriente que tengo abierta en IBERCAJA desde hace 10 años. Al ser residente en Brasil utilizo ese medio de sacar dinero de un cajero como máximo 3 o 4 veces al año desde un terminal del Banco do Brasil del pueblo donde vivo, Praia de Pipa (a 80 kms al sur de Natal). En esa cuenta tengo domiciliada la hipoteca y los gastos de nuestra residencia en Ibiza, que es nuestro domicilio principal en territorio español. Debo ir enviando dinero periódicamente para pagar gastos ya que resulta bastante complicado poder ir manteniendo esa cuenta con dinero suficiente para ir cubriendo esos pagos mensuales teniendo en cuenta que mi salario lo cobro íntegramente en Brasil y no tengo ninguna renta en España desde hace 4 años.


Bien, informé de inmediato a mi agencia de Ibercaja en el Poble Nou de Barcelona, donde antes de mudarme a Brasil vivía y trabajaba. Anulé la tarjeta, como es habitual y procedí a encargar una nueva mientras enviaba una copia del extracto donde se veía claramente que tras mi último saque, el sábado 25 de Noviembre, por valor de 93€ (unos 200R$ brasileños) que obtuvimos por no disponer de un cajero de nuestro banco brasileño en la misma Pipa, alguien había ido haciendo saques sucesivos. Se veía claramente en el extracto que habían ido probando de sacar el máximo valor permitido por cajero y día cada vez, hasta que no se dejó ni un euro en la cuenta. 

Realicé también, el mismo día que detecté el fraude, la pertinente denuncia en la "Delegacía" de Policía Civil y envié copia a mi agencia para que constara en la correspondiente reclamación. Hablé además con mi caja vía telefónica y pregunté si debía facilitar alguna documentación o realizar algún trámite más desde Brasil ya que al estar en una zona bastante lejos de una capital es difícil acceder a cierta información si se dejan pasar muchos días tras detectar el robo. Se me contestó que no, que tranquilo, que eso es un procedimiento en un caso muy habitual y que los departamentos pertinentes de Ibercaja se encargarían de llevar adelante los trámites necesarios. Insistí que comprobaran la localización del cajero o cajeros desde los que se había accedido a mi cuenta para así poder demostrar que yo no era la persona que había efectuado esos saques. Ya lo había hecho así en el año 96 cuando me sucedió un caso idéntico mientras viajaba por Estados Unidos. Se me volvió a decir que de momento no debía hacer nada más hasta recibir instrucciones concretas de la compañía de seguros o de Mastercard. Me indicaron también que eso era un caso de rutina y que lo normal era que en un plazo de unas 6 semanas se me devolviera el dinero.


Tras dos meses de espera, ¿cuál fue la respuesta de la aseguradora de IBERCAJA? Atentos a su argumentación para no hacerse cargo de la devolución del dinero, la reproduzco aquí directamente e incluyo mi respuesta a esos argumentos:

- Argumento 1º: "Enviamos toda la documentacion que nos facilitaste y nos dicen de Caser que no es suficiente para acreditar que el titular no realizo las operaciones" 
Respuesta: ¿Cuantas veces os insistí en si necesitabais alguna documentación o informe más que se pudiera obtener en Brasil y se me dijo que si se requería me lo haríais saber? Podía haber pedido las imágenes de las cámaras de seguridad o haber pedido a la policía datos sobre la constancia de otras denuncias en el mismo cajero. ¡Dos meses más tarde es imposible!

- Argumento 2º: "no se pueden aportar boletas ya que son reintegros en cajero"
Respuesta:¿y quién debe aportar esas boletas? ¿De qué están hablando? O sea, que cuando te sacan el dinero con una tarjeta fraudulenta desde un cajero ¿no hay otra forma de comprobar que esos saques no los has hecho tú? ¿A quién quieren engañar?

- Argumento 3º: "no se puede aportar certificado de la entidad del cajero sobre  la manipulación ya que no nos ha sido comunicado ni a nosotros ni a CECA"
Respuesta: ¿me puede decir alguien, como pedí desde el principio, desde qué cajero se realizaron esos saques? En Brasil a poca gente no le han clonado o le han estafado con una tarjeta. Exijo conocer cuál es el procedimiento que se ha seguido para verificar la información. ¿O están esperando a que por inspiración divina la entidad propietaria del cajero desde el que se sacó el dinero les llamen? ¿Se puede dar una respuesta más vaga y poco convincente?

Argumento 4º: "no existen operaciones denegadas posteriores a la fecha del bloqueo ni se han probado compras en establecimientos comerciales"
Respuesta: ¡ Vaya, qué mala suerte! Resulta que debo haber pillado al único chorizo lo suficientemente listo para saber que una vez te ha vaciado la cuenta no puede sacar más dinero de ella, o que con una tarjeta extranjera clonada difícil será que no desconfíen de él a la hora de ir a comprarse una Playstation o unas Nike a mi salud. ¿Y cómo puedo aportar yo esas pruebas si desde el momento que se anuló la tarjeta a mí no me llega ni un dato más obre ella? ¿Puedo ver la información de la que dispone Mastercard, Caser e IBERCAJA? ¿Cómo pueden ellos demostrarme que lo que dicen es cierto? ¿Demuestra este argumento que la tarjeta no fue copiada tal y como yo denuncio? 

Argumento 5º: "no existe simultaneidad de operaciones entre la tarjeta original y la clonada"
Respuesta: otro caso de "mala suerte" y de mucha cara dura sabiendo que esa tarjeta se usa muy pocas veces al año y viendo que se ha vaciado la cuenta en menos de 48 horas.

Estos argumentos tan simples y tan poco convincentes, demuestran las pocas ganas que Seguros Caser, proveedor de seguros de la misma IBERCAJA, de hacerse cargo del tema. Y exactamente estos mismo argumentos son los que el departamento de medios de pago de la misma IBERCAJA me ha repetido después de 1 mes más de espera que han necesitado para "analizar" de nuevo el caso. Es más, aún han tenido la poca vergüenza, considerando los años que llevo de cliente con un expediente intachable, de decirme que es probable que alguien de mi entorno haya utilizado la tarjeta sin que yo me haya dado cuenta. ¿Se puede tener la cara más dura?


El Código de la Buena Conducta de la Banca Europea establece que en un caso de fraude por clonación de la tarjeta "la responsabilidad es del titular hasta los 150 primeros euros que se puedan estafar". El artículo 32 de la a Ley 16/2009 sobre Servicios de Pago así lo establece. A partir de ahí, el banco es el responsable del dinero que se utilice de forma fraudulenta por cualquier vía (cajero automático, comercios, restaurantes, internet, móvil...). Las entidades, según indica el Banco de España, tienen la obligación de incluir en sus contratos un límite de responsabilidad del cliente, de un máximo de 150 euros. 

Frente a mi indignación y mi protesta ante esta poca voluntad de asumir su responsabilidad aferrándose a unos argumentos tan poco sólidos, el director de mi agencia primero me indicó que "si había alguna otra cosa en la que me pudieran ayudar, quedaban a mi disposición". Inmediatamente después de recibir un mail donde informaba de mi decisión de defender mis derechos hasta el final, me respondió que iban a hacer un último intento por recuperar los 800€ que me fueron robados, sin especificar cómo ni cuando podía esperar una respuesta definitiva. Ha pasado hasta hoy más de una semana y no he tenido ninguna comunicación más por su parte.

Uno se da cuenta en estos casos de cuan indefenso se encuentra ante la mala gestión y la irresponsabilidad de las entidades financieras. Evidentemente es su responsabilidad asegurarse de que a mi no me roben tan descaradamente a la hora de utilizar su medios de pago, esté donde esté y siempre que se utilicen de forma adecuada. Encima el trato y las excusas que te dan para no responder a tus reclamaciones es difuso, vago y falto de argumentos sólidos. Intentan que te olvides del tema o que te canses de reclamar a pesar de que las leyes del defensa del consumidor y las normativas europeas te amparen.


Puede que para algunos no sea una gran cantidad de dinero la que me han sustraído pero para mí es importante y suponen meses de trabajo y ahorro. Además conociendo mis derechos y que la ley me ampara debo hacer público este caso para compartirlo con todo el que pueda sufrir un caso similar que, en realidad, puede ser cualquiera que disponga de una tarjeta de crédito o de débito. No podemos permitir abusos e irresponsabilidades, ahora menos que nunca sabiendo cómo en los últimos años los bancos se han aprovechado de nuestra ignorancia y de nuestra buena fe. 

Es responsabilidad nuestra conocer nuestros derechos, defenderlos y ejercerlos. Y sobre todo es responsabilidad de bancos, cajas y compañías de tarjetas asegurarse de que no somos blanco de fraudes o robos a la hora de utilizar sus servicios. No puede permitirse nunca que sea el usuario el que tenga que asumir los fallos de seguridad en el sistema de reintegros ni que sea tan fácil en la práctica caer en una estafa como esta cuando se hace un uso responsable y normal. Es responsabilidad de estas compañías blindar el sistema y el entorno para que no caigamos en casos como este y si no son capaces de hacerlo deben asumir las consecuencias.